Entre una de nuestras facetas de moda en este siglo XXI se encuentra en poner nombre a todo hecho “aparentemente novedoso”, catastrófico, fenómeno natural, corrupción, síndrome…
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Burn Out
Hoy os voy a hablar de la patología “Burn out”; como veis, etiquetada con extranjerismos como si en nuestro recóndito país este síntoma no hubiera existido antes o fuera traído por los anglosajones. Bien, pues el Burnout, para quien aún lo desconozca, no es más que la enfermedad provocada por estar “quemado” emocional y físicamente del trabajo.
Digo enfermedad porque en algunos casos ha derivado en consecuencias graves como el suicidio, infarto, accidentes cerebrovasculares, etc.
Hablan del Burnout como el nuevo fenómeno del siglo; Incluso los especialistas lo califican como el nuevo mal profesional, pues es una de las principales causas por las que se pide la baja laboral, sobre todo en empleos donde se trata de solucionar los problemas de terceros, como los médicos y los profesores.
Este agotamiento mental de nuestro cerebro puede ser producido por muchas causas: sobrecarga del trabajo, horarios rígidos y extensos, sueldos bajos y escasos incentivos, falta de motivación o desánimo, creencia de que no somos valorados como deberíamos, expectativas de mejora truncadas… Y todo ello deriva de algo muy simple: El trabajo no es lo que habíamos imaginado o deseábamos, y la realidad deambula por otro entorno muy distinto. Nada es tan perfecto como creíamos: ni nuestros compañeros, ni nuestro jefe, ni la empresa y su política… Llevándonos a sentir que todo queda lejos de poder satisfacer nuestras necesidades.
Un mar de infelicidad.
¿Qué podemos hacer para combatir el Burnout?
- Tomate un descanso, relájate y no lleves el trabajo en la mochila.
Si te das cuenta, todas estas creencias son mensajes negativos para nuestro cerebro que se convertirán en certezas indiscutibles si nos dedicamos a repetirlas una y otra vez. Sabemos que todo depende de la actitud con la que afrontemos los hechos; Que una misma vivencia puede ser llevadera para uno e insoportable para otro.
Alejarnos de la situación para intentar ver lo que nos preocupa con cierta distancia puede ayudarnos a ver las cosas de una manera más objetiva. - Piensa en los objetivos y expectativas de la manera más realista posible. Y si fuera necesario reajusta tus aspiraciones pensando en tus anhelos y no en los deseos de los demás.
- Saca tiempo para invertir en aspectos que queden fuera del trabajo: la familia, el ocio, los amigos… y márcate este espacio como obligatorio en tu agenda. Tu cuerpo y mente te lo agradecerán.
- Medita y busca la causa de tu malestar. Pregúntate por qué te sientes como te sientes y saca coraje para enfrentarte a tus sentimientos negativos y a tus temores.
Piensa si tiene sentido o es razonable que ciertas vivencias o agentes externos a ti manejen tus sentimientos.
El burnout pide a gritos un cambio, y lo hace de forma agresiva; Poniendo en riesgo nuestra integridad física y emocional. Conocer los sentimientos con los que afrontamos nuestro día a día es fundamental para detectar este síntoma y combatirlo.
Y en este punto señalo que no sólo en el ámbito laboral, sino en todos los aspectos de nuestra vida y relaciones.
Tengamos siempre presente cuales son nuestras prioridades. Qué es lo que realmente es importante en nuestra vida.
Tomemos las riendas de nuestras emociones y no permitamos que la opiniones negativas de otros condiciones nuestras vidas
Y persigamos aquello que nos hace felices, aunque este cambio suponga enfrentarse a lo desconocido siempre será mejor que condenarse a vivir infeliz.
Sara Cáceres, en la red SaraCace, es profesional de la comunicación y la creación digital. Puede ayudarte con cualquier cosa que requiera del diseño gráfico, gestión de redes sociales y asesoramiento en comunicación o en entornos digitales. Su objetivo es compartir conocimiento y aprender cada día algo nuevo. En su tiempo libre colabora con una organización impartiendo valores entre los más jóvenes.
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