Las redes sociales (RRSS) han sido un fenómeno muy popular desde la década de 1990, con los sitios web como el chat que ofrece AOL y la creación un perfil web gratuito. Sin embargo se han convertido en un servicio sumamente común a través de la introducción de dispositivos móviles con soporte para RRSS. Parte de su popularidad es debida a que proporcionan una plataforma y una audiencia a cualquier persona, individual o en grupo, mediante el cual pueden expresar una opinión. La historia reciente ha demostrado el éxito del uso de los medios sociales en las organizaciones. Las empresas ya utilizan activamente sitios web como Facebook, para recopilar información sobre los productos, o promocionar ofertas, y las organizaciones benéficas se promocionan a través de campañas masivas en RRSS. La atracción para las organizaciones es que las redes sociales son suelen ser de uso gratuito, fáciles de utilizar y no requieren un equipo de marketing online completo para operar.
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Sin embargo las redes sociales tienen sus desventajas. Aparte de la distracción evidente que se ofrece a los empleados, también pueden ser mal utilizadas, ya sea deliberada o accidentalmente, poniendo en peligro la integridad y la imagen profesional de la organización que representan. A veces, estas acciones pueden incluso dañar la forma en que la empresa hace negocios. En 2009, la agencia de publicidad Tocquigny, casi por descuido, descubrió, a través de su cuenta de Twitter, que un empleado, hacía negociaciones con una compañía rival.
Como muestra el ejemplo de arriba, las RRSS pueden resultar un riesgo de seguridad. Mientras la fuga Tocquigny era puramente basada en su negocio, hay empresas a las que esas fugas podrían plantear un riesgo legítimo de su seguridad y de las personas (por ejemplo, los bufetes de abogados, los proveedores de seguridad de Internet y las agencias de protección). Incluso en situaciones en las que éste no sea el caso, los clientes afectados podrían presentar demandas conjuntas contra la empresa, incluso si la culpa no es de los empleados individuales.
Generalmente no es posible prohibir a los empleados el uso de RRSS, dada su preminencia en la sociedad moderna. En su lugar, se recomienda elaborar un código específico de prácticas sobre el uso de RRSS (tanto dentro como fuera de los negocios), y dejando en claro los límites de lo que puede y no puede ser divulgado online.
La gigante multinacional del software “IBM” tiene un documento de “Códigos de conducta de empleados específicos para los Medios de Comunicación Social”, que se refiere a cualquier sitio que acepte contenido generado por usuarios como en las RRSS. También se advierte a los empleados, que deben estar en contra de compartir cualquier información que pudiera violar sus normas de privacidad y otras normas. En cierto modo, esto no son un nuevo conjunto de orientaciones, sino una simple adaptación de las existentes.
La adaptación de las normas no tiene por qué ser compleja, laboriosa y cara, y puede ayudar a prevenir una pérdida potencial de ganancias. Dada la disponibilidad de acceso a las RRSS, la aplicación de tal sistema es una necesidad lógica. Podría ser tan simple como añadir unos puntos clave adicionales a su lista de reglamentos internos, que cubrirán sus activos en el futuro.
Claudia Huerta Arellano es la responsable de Marketing de Alojate.com, empresa de Web Hosting que ofrece los mejores servidores para un óptimo desempeño, soporte técnico superior y las herramientas necesarias para que una empresa se desarrolle en internet.
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