Así como el hambre nos lleva a pedir cuarto y mitad de aquello cuyo sabor, textura y aroma nos gusta y apetece, la necesidad de publicitar nuestro negocio al mínimo coste dado que el coste cero no existe, nos lleva a pedir otro cuarto y mitad, esta vez, de social media.
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Y es que en las situaciones límites la necesidad se impone y manda pero no olvidemos nunca que también agudiza el ingenio y que es en este segundo punto en el que debemos situarnos, actuando siempre con criterio e inteligencia.
A estas alturas de vida y desarrollo del mundo 2.0, son muchos ya quienes han descubierto que las redes sociales no son la panacea después de desembarcar en ellas a la búsqueda y captura de su cliente final, porque el final fue que las ventas no crecían o no llegaban por mucho que ellos bailaban al son de ‘me gusta’, ‘RT’, ‘pin’ y ‘círculos’ varios.
Y de aquí, como el ser humano es así de emocional, saltamos al ‘esto no vale’ lanzando todo tipo de improperios hacia las redes sociales, ellas, por supuesto, ahí siguen, impertérritas, tan iguales a sí mismas cuando se las considera la solución a todos los problemas del mundo como cuando se las designa como causa de ellos.
Y es que el quid de la cuestión quizá no esté en quien, nosotros y quienes están detrás de cada perfil profesional, personal o de marca, tampoco en el para qué, es obvio que siempre subyace un objetivo al uso de las redes ya sea personal y de puro entretenimiento o divertimento o más elevado, sino en el cómo.
‘Cómo estar en redes sociales’ para una marca es algo que se encuadra dentro de su estrategia en social media, dentro del plan de marketing que debe desarrollar antes de lanzarse a la aventura de twittear, gustar, pinear… En esa estrategia sería extraño que no estuviesen contenidos como objetivos conceptos como ‘difundir’ y ‘fidelizar’.
Y, si tenemos claro que queremos dar a conocer nuestra marca y conquistar el gusto del respetable… ¿por qué no nos preguntamos cómo lograrlo? ¿por qué nos lanzamos a las redes a hablar de nuestro libro sin plantearnos que quizá, a priori, nuestro libro no interese a nadie o a pocos en el momento y lugar que a nosotros se nos antoja? ¿por qué no nos planteamos que si lo que queremos es ‘gustar’ con lo que tenemos que conectar es con el gusto de la gente más allá de sus usuarios en redes?
Si queréis conquistarlos… contadles un cuento, una historia… emocionadlos, hacedles sentir lo que vuestros productos hacen sentir viéndolos tan solo en una imagen acompañada de un pequeño texto; no se trata de contar películas ni de vender humo, se trata de que quizá no nos interese la composición de una crema hidratante ni las propiedades que promete en su prospecto… pero sí las sensaciones de hidratación y frescura, el bienestar que sentiremos al utilizarla…
¿Parece fácil? Sí y no… todo depende… en todo caso de eso, de storytelling, hablaremos aquí cada semana ¿os apetece? a mi muchísimo! Y aquí os espero.
Berta Rivera es una filóloga que trabaja en ventas, relata en loff.it, escribe un blog (ahora vergonzosamente desactualizado) y cuenta cuentos al caer la noche por esas cosas de la maternidad. Me declaro fan de la creatividad aplicada a la vida, a las pequeñas cosas y a la comunicación… porque las cosas no se dicen, se cuentan.