La oratoria es una de las asignaturas pendientes de los españoles y la materia que mejor deberíamos dominar, pues es imprescindible no sólo en el ámbito profesional, sino también en el personal. No me equivoco si digo que la gran mayoría de la gente ha tenido que hablar en público en más de una ocasión: una exposición oral en el colegio, una presentación de un proyecto en la universidad, una breve introducción de un plan de negocio, unas palabras de agradecimiento en una boda, un brindis en la cena de navidad… Las ocasiones pueden ser infinitas a lo largo de la vida, y debido a que no nos han preparado para dominar esta habilidad, estos momentos pueden convertirse en verdaderos traumas irracionales.
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¿Qué podemos hacer para disfrutar al hablar en público?
- Identifica y domina tu temor.
Los miedos que genera el hablar en público pueden ser muchos: miedo a hacer el ridículo, a que se rían, a que nos humillen, a quedarnos en blanco, a no saber estar a la altura (un listón que nosotros mismos nos colocamos)… pero todos estos temores pueden ser insignificantes si aprendemos a controlar la situación.
A si que preguntémonos a qué tenemos miedo, por qué lo tenemos y cómo podemos superarlo.Todos estos temores son proyecciones negativas que vertemos de forma continuada en nuestra mente y que pueden debilitarnos. Si en lugar de imaginar todas esas catástrofes visualizásemos el momento como algo agradable, que va a gustar a un público comprensivo que sabe del esfuerzo que estamos haciendo, seguramente disfrutaríamos del hecho de hablar en público. Por tanto todo depende de nuestra actitud y de la confianza que tenemos en nosotros mismo.
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Busca apoyos que refuercen tu confianza.
Lo mejor para reforzar la seguridad que tenemos de nosotros mismos es sentir que controlamos la situación. Para ello debemos :- Dominar el tema del cual vamos a hablar.
- Redactar nuestro texto pensando en el público que nos va a escuchar.
- Ensayar nuestro discurso vocalizando y haciendo las pausas necesarias.
- Practicar frente a un espejo, y si es posible grabarnos en vídeo para posteriormente estudiar nuestros errores y corregirlos.
- Asistir a cursos de oratoria, a clases que nos permitan familiarizarnos con estas destrezas, como el teatro o el ballet y aprovechar cada oportunidad para hablar en público, porque toda habilidad se aprende practicando.
- Pon pasión en cada cosa que digas o hagas.
Cuida aspectos como el ritmo o el énfasis en determinadas palabras, las pausas o el tiempo y, presta especial atención al lenguaje corporal de las posturas, gestos o contacto visual. Porque todo está comunicando.
Por tanto, más que hablar en público debemos aprender la destreza de transmitir. No se trata de vomitar un discurso estudiado que nos aburra a nosotros mismos, sino de creer sinceramente en lo que estamos diciendo. De nuestra confianza y pasión en lo que hacemos dependerá nuestra credibilidad y éxito, pues es lo que diferencia los buenos de los malos oradores.
Sara Cáceres, en la red SaraCace, es profesional de la comunicación y la creación digital. Puede ayudarte con cualquier cosa que requiera del diseño gráfico, gestión de redes sociales y asesoramiento en comunicación o en entornos digitales. Su objetivo es compartir conocimiento y aprender cada día algo nuevo. En su tiempo libre colabora con una organización impartiendo valores entre los más jóvenes.
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