A menudo la revolución digital origina la disrupción de antiguos modelos de negocios, reduciendo dramáticamente los precios e incrementando la oferta disponible a los consumidores. Una de las industrias que ha sufrido recientemente una disrupción es la de las gafas de sol.
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Muchos consumidores ya no parecen estar dispuestos a abonar entre 100 y 300 euros por gafas de sol convencionales. A pesar de que además de los costes de fabricación, existen otros costes adicionales tales el diseño o los costes fijos que cualquier negocio tiene, no hay justificación para multiplicar hasta por 20 el valor de los componentes. Hoy lo sabemos, pero antes de la aparición de marcas que comenzaron a venderse exclusivamente por internet -como Warby Parker (EEUU), Vybe (EEUU), Sunski (Australia) o Hawkers (España)- poca gente lo sospechaba. Todas estas marcas surgieron tras el estallido inicial de la crisis económica (entre los años 2010 y 2013) y tuvieron la suerte de estar en el lugar y en el momento preciso. En aquella época había dos tipos de gafas de sol: los 10 euros sin marca, y las de marca por un precio de 100 euros en adelante. Prácticamente ninguna marca en nuestro país trabajaba el rango de precios de entre los 25 y 45 euros.
La posibilidad de distribuir las gafas de sol online, sin intermediarios, directamente al consumidor, ofreció a estas nuevas marcas la posibilidad de vender a precios más competitivos. A su vez, las redes sociales y, en concreto, la publicidad a través de Facebook, les permitió llegar a su audiencia de una forma directa y con unos costes publicitarios también muy bajos.
Nuevos emprendedores contra el monopolio
Pese a la irrupción de estas nuevas compañías la industria continúa estando todavía a día de hoy casi monopolizada por la italiana Luxottica, la cual obtiene beneficios por valor de cerca de ocho mil millones de euros anuales, y es también un importante actor en el mercado de la distribución a través de Sunglasses Hut. Quizá no hayas oído hablar de Luxottica con anterioridad, pero esta firma es propietaria de las licencias de otras marcas que quizás si te suenen más. Es el caso de Oakley, Ray-Ban, Persol, Chanel, Bulgari, Ralph Lauren, Prada, DKNY, Versace, etc. Luxottica tampoco se ha quedado de brazos cruzados ante la explosión de ventas de las recién llegadas a través del comercio electrónico. Hace aproximadamente dos años cerró la compraventa del dominio glasses.com para convertirlo en punta de lanza de su apuesta por el comercio online.
Si estamos trabajando en crear una nueva marca de gafas de sol, tenemos un largo y dificultoso camino por delante. Es muy difícil crear una propuesta adecuada que llegue a los consumidores cuando hay tantos competidores por delante que pueden bloquear el mercado. Con las recién llegadas arrasando en las redes sociales y con los veteranos gigantes controlando la distribución en tiendas físicas la cosa se complica.
Sin embargo, no faltan ejemplos nuevos cada día de empresas que desafían a la gran distribución y a los grandes monopolios, caso de la española Venice Eyewear, una fija en los puntos de ventas en farmacia y muchas ópticas de nuestro país, que ahora también comienza a dar sus primeros pasos en la red. O la estadounidense Fatheadz, una marca de gafas de sol destinada a personas con tallas de cabeza grande. Una idea surgió de la “gran” cabeza de su fundador, Rico Elmore, que con más de dos metros de altura y más de 130 kilos de peso (y una cabeza en proporción) era incapaz de encontrar gafas de sol de su talla. Según cuenta, llegó a probarse hasta 300 tipos distintos de gafas de sol y ninguna le venía bien y de esa forma decidió crear Fatheadz, un negocio que hoy factura millones de euros.
Ejemplos como estos, debería bastar para aprender que en cualquier industria siempre hay huecos en los cuales, en un momento dado, nadie parece fijarse y que pueden ser nuestra oportunidad para emprender.