Siglo XXI y se diseña el nuevo paradigma, el emprendimiento social. Suele ser un negocio, en algunos casos una ONG sin ánimo de lucro, pero estas empresas entran dentro del mismo concepto de emprendimiento. Un emprendimiento, supone por el empleo extenuado del término, como referencia a la creación de algún negocio con objetivos donde un emprendedor (o varias personas) asume riesgos financieros y busca ganancias económicas, lo más propio del mundo privado. Con el emprendimiento social hay un factor más en escena: el enfoque es el crecimiento benéfico del promotor y del entorno.
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Según wikipedia® emprendimiento social hace referencia a un tipo de empresa en la que su razón social es, en primer lugar, satisfacer necesidades de la sociedad en la que se desenvuelven.
La idea de emprendimiento social aparece entre los años 50 y 60, pero en la última década la representación del emprendedor va en dirección a una visión holística de creación de un negocio. Es el empeño de crear la realidad del mundo empresarial llevando en cuenta el entorno social y ambiental, como una respuesta a la sociedad.
Un negocio concebido con actitudes proactivas, suele reportar al largo del tiempo transparencia, consistencia, autenticidad, ser reconocida por clientes y alcanzar distinciones reconocidas. Históricamente, se reconoce a Ashoka, creada hace 25 años por Bill Drayton y, a día de hoy, constituida como la primera Asociación Mundial de Emprendedores Sociales. Esta entidad, que consigue financiación a través de donaciones privadas de empresas y fundaciones, tiene como objetivo primordial ayudar a los emprendedores sociales para que hagan factibles sus ideas innovadoras y para que sus proyectos alcancen el mayor impacto posible en la sociedad. Actualmente tiene presencia en 53 países.
Existen mundialmente instituciones que impulsan estas iniciativas, destacando la Fundación Schwab (Schwab Foundationd for Social Entrepeneurship), que premia proyectos que impulsan la transformación y un cambio medioambiental positivos nivel internacional. En el año 2013, 24 empresas fueron galardonadas, siendo 3 europeas (Italia, Francia y Dinamarca).
Importante en este nuevo paradigma, es el espirito emprendedor creador: los emprendedores sociales, que son personas inspiradas e inspiradoras de esperanza. Están ilusionados con sus proyectos y su objetivo es crear, aportando “su granito de arena” en la sociedad, sea con ideas innovadoras o actualizando antiguas ideas de negocios. Se conoce que las empresas más destacadas dentro de la responsabilidad social, se dedican a venta de alimentos ecológicos y de comercio justo, dispositivos para ahorrar agua y energía, artículos relacionados con movilidad sostenible, con calidad medioambiental, mantenimiento de la biodiversidad, empleo de personal excluido socialmente, como ejemplos generales. Hay colectivos desfavorecidos que ven en el emprendimiento social, su salida laboral más cercana, en un momento de la economía nacional y mundial tan conturbado.
Como una primera conclusión, se puede afirmar que según una rápida análisis del mercado, es un tipo de empresa que responde a una necesidad actual. En España hay mucho trabajo que desarrollar en el tema de los emprendimientos sociales. ¿Podrías aportar alguna idea de cómo políticos y gobierno, podrían ayudar a crear oportunidades para emprendimiento en el sector social y medioambiental?
Tatiana Nicole Teixeira Martinelli es ingeniera química de formación, con especialidad en Tecnología medioambiental. 19 años de experiencia profesional en el área de calidad, medio ambiente en España y Brasil. Espírito inquieto, comprometida con la sostenibilidad, y desde siempre apasionada por el emprendedor ismo. Actualmente consultora y socia en Apoena Gestión Integral.