A estas alturas de la película ningún profesional de Social Media se aventuraría a avalar la no-presencia en redes sociales de una empresa, y realmente cualquier compañía de cualquier sector puede sacar provecho de su presencia en dicho entorno 2.0, siempre que cuente con una estrategia online bien planificada.
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A pesar de las innumerables ventajas que se presentan con las redes sociales, hay que dejar muy claro que en ciertas ocasiones es mejor no traspasar la barrera de lo social, y no porque el nicho no sea apto, sino porque en la mayoría de estos casos, son los propios empresarios los que impiden el éxito de la implementación de un Plan de Social Media.
Las razones que llevan a una empresa a declinar estos cambios suelen girar en torno a motivos económicos y por desconocimiento pero ¿sabes cuándo una empresa no debería pensar en formar parte de las redes sociales?
1. Cuando dudan del proceso de cambio
El primer obstáculo que se encuentra el profesional de Social Media son los propios empresarios, directivos, gerentes, o personas encargadas, que se obcecan con la creencia de que la empresa no necesita en absoluto ningún cambio o adaptación en dichos medios sociales. Los motivos que alimentan este pensamiento suelen ser varios.
- Las redes sociales son para pasar el rato: en estos casos generalmente ignoran que las redes sociales no son únicamente un instrumento de ocio, sino que son algo mucho más importante: son canales de comunicación online en los que la empresa debería estar para abarcar más y mejor.
- Los empleados son menos productivos cuando navegan por Internet: nada más lejos de la realidad. Según varios estudios, los trabajadores que desconectan unos minutos cada dos horas tienden a ser mucho más productivos cuando continúan el trabajo.
- Se requiere una gran inversión: sí, crear un Plan Social Media e implementarlo no es gratis ni barato, hay una gran cantidad de trabajo detrás, pero es cierto que las ventajas son muy altas.
En este punto el Social Media debe hacer ver a la persona encargada en la empresa las ventajas de estar en redes sociales y sobre todo los beneficios que van a proporcionarles. Intentar convencerle sin que él crea en dicho proceso sería totalmente improductivo.
Superada esta barrera, la más difícil de todo el proceso, el resto de problemas pueden suponer un mal menor que pueden solucionarse con una reunión de formación inicial tanto para el empresario como para los trabajadores. Los cambios en una empresa pueden dar miedo, sobre todo si se desconoce en qué se van a fundamentar. Todos en la empresa deben ser conscientes, antes de comenzar a aplicar la estrategia, del papel que van a tener en la nueva etapa 2.0.
2. Cuando no aceptan las críticas
El segundo hándicap e indicador de que una empresa no debería estar en redes sociales es el no aceptar las críticas. En un Plan de Social Media se incluyen diferentes puntos como el DAFO, o un análisis de la situación actual de la empresa en el ámbito 2.0, y las conclusiones a las que se lleguen pueden no ser bien recibidas en el entorno empresarial.
Si el responsable de la empresa no es capaz de aceptar este tipo de críticas, seguramente tampoco sea capaz de aceptar las de los usuarios, y cuando llegue ese momento (que llegará), si no sabe encajarlo puede provocar una auténtica crisis Social Media.
3. Cuando no se dejan aconsejar
Puede ocurrir que la empresa no está del todo de acuerdo con la estrategia planteada o con los métodos. Siempre hay que tener en cuenta que el empresario no sabe ni conoce el funcionamiento de las redes sociales, ni es consciente de las métricas que son realmente importantes. En más de una ocasión querrán que todo el presupuesto se destine a conseguir seguidores sin segmentar con publicidad en Facebook o en Twitter Ads (cuantos más mejor ¿no?), pero deben entender que de nada sirve seguidores de Murcia si el negocio es a nivel local en otra provincia de España. Ya hablé en mi blog sobre cómo identificar al target en redes sociales, y es igual de importante que dichos usuarios estén interesados realmente en sus productos/servicios, sólo de esta forma interactuarán con la marca, y en el caso del engagement, sí que cuanto más, mejor.
Por ello una de las labores que tiene el Social Media Manager es explicar y asesorar adecuadamente a la empresa, para brindarle la mayor cantidad de información posible para que pueda tomar una decisión con conocimiento de causa.
4. Cuando falla la de coordinación del equipo
La unanimidad es importante para llevar a cabo un paso tan importante como crear presencia en redes sociales. Si uno de ellos no lo tiene claro puede llegar a “contagiar” dichos pensamientos con el resto del equipo de la empresa, lo que acabará generando dudas en ellos.
Para solucionarlo, el responsable debe reunir a todos ellos y explicarles el por qué, el cómo y el cuándo, es necesario que se sientan parte del cambio para poder participar en él.
5. Cuando no quieren invertir
Es evidente que una pyme no podrá invertir lo mismo que una gran compañía, pero si contratan a una agencia de Marketing Online o a un profesional freelance, se espera que se destine parte del presupuesto a las redes sociales.
El empresario puede pensar que no se necesita dinero para publicar o responder a los mensajes (más allá de la inversión de tiempo que requiere), pero lo cierto es que se necesita invertir en publicidad, en herramientas de medición, monitorización y gestión, además de las propias acciones puntuales que también requieren gastos, como los concursos, eventos 2.0, o similares.
Por otro lado y siguiendo la misma línea, una empresa que no invierte en Social Media implica que tampoco invertirá (seguramente) en un Community Manager. Puede que seleccionen a uno de sus trabajadores durante una hora al día para mantener los perfiles actualizados, e incluso podrían contratar a una persona pagándole el SMI pero que no tiene ninguna formación para trabajar en redes sociales.
En este caso el presupuesto debe estar al nivel de lo exigible por la empresa.
6. Cuando no quieren participar
Cuando la empresa simplemente se limita a poner el dinero pero rehúsa a colaborar, es otro indicativo de que la cosa no va a funcionar.
El Community Manager que implemente la estrategia debe contar con el apoyo incondicional de la directiva y del resto de trabajadores (sus compañeros), especialmente cuando debe formarse acerca de la empresa, sus servicios y su política, ya que lo que transmita a través de los perfiles sociales debe estar en armonía con los principios que desea transmitir la empresa.
Si esto no se lleva correctamente, el Community Manager se encontrará en una difícil situación en la que deberá sortear los obstáculos él sólo, y esto, en muchas ocasiones, no puede acabar nada bien.
Como profesional del Social Media, no dudo que si se diera alguno de estos casos en una empresa, realmente no debería dar el salto a las redes sociales, porque si se presentan dichos problemas al comienzo es muy probable que al cabo de un tiempo nos encontremos con sus perfiles abandonados o incluso protagonizando algún post sobre escándalos por la mala atención realizada al cliente, o ganando el dudoso primer puesto a la empresa con peor reputación del sector.
Alba Medina es Social Media y Responsable de Redes Sociales en la agencia Posizionate Marketing Digital. Enganchada al mundo 2.0, a los grupos de Facebook y apasionada del Marketing Online.
Hola,
Trabajamos en este medio ambas y tienes toda la razón, has explicado los problemas que surgen cuando hablas con un cliente para que su presencia sea también online. Aunque es normal que siempre adopten una postura recelosa y miedosa e intenten criticar cualquier aspecto que tu presentas para mejorar. Pero la verdad que una vez sumergidos en el mundo online, la mayoría quedan encantados.
Hay que seguir apostando por el social media de pequeñas y grandes empresas 😉
Saludos