Una web puede ser: corporativa –una web de una empresa-, blog personal y ecommerce. Incluso hay webs que no se pueden catalogar dentro de esta categoría, como son las webs promocionales de productos/servicios que pretenden atraer la atención de los usuarios para que conozcan nuevos servicios, productos (normalmente suelen llevar un temporizador que indica el tiempo restante que queda para que el producto/servicio esté disponible en las tiendas o en los locales indicados en dicha web).
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Un ejemplo de ello es lo que ha ideado la productora de videojuegos EA (Electronic Arts) que quiere crear expectación –aunque lo tiene fácil pues ya tiene los corazones de muchos de sus potenciales clientes- con su nuevo videojuego de StarWars Battlefront. En su web se puede observar cómo hacen publicidad del videojuego y mientras hacen una buena labor de comunicación consiguen enganchar a los visitantes con adelantos del videojuego, noticias e incluso tienen un apartado para que los usuarios puedan reservar su videojuego, consiguiendo de esta forma las primeras ventas sin llegar a poner al público su producto-. Con este ejemplo –que no me paga ni EA ni StarWars- vemos un ejemplo de web que se desvía de la categorización de web corporativo, blog o eCommerce –puesto que es una mezcla entre web corporativa y ecommerce e incluso blog puesto que tiene un apartado donde se publican frecuentemente nuevos artículos referentes al mundo de StarWars y del videojuego-.
Cada uno de estos tipos de web tiene que tomarse en cuenta distintos valores pues no es igual un ecommerce que una web corporativa. Puesto que por ejemplo, una web corporativa su objetivo suele ser el hacer publicidad y mejorar las relaciones públicas con su público objetivo que generalmente suelen ser otras empresas. En cambio, un ecommerce su objetivo no es hacer publicidad de su establecimiento online –esa es una objetivo secundario-, pues tu principal objetivo es vender los productos que ofrece en su portal –luego si consigue vender empezará a idear un plan de estrategia de comunicación para darse a conocer a nuevos mercados y mejorar su tasa de retorno de compradores-.
Ahora sabiendo cuán importante es tener un buen diseño consulta con profesionales del sector que te sepan aconsejar y que lo sepan desarrollar. Si necesitas a un buen maquetador no dudes en consultarme y te pondré ayudar en ello.
Lo primero que tienes que saber es según el tipo de web con la estamos trabajando (corporativa, blog o ecommerce) para así poder utilizar el mejor diseño que se encaje con nuestros objetivos.
Cuando nuestro objetivo es captar la mayor información de posible de nuestros visitantes para luego ofrecerles productos o servicios en el futuro tendremos que ofrecer una landing page (página de aterrizaje o llegada) que sea “genial”. Así nuestra web atraiga y el usuario reciba un mensaje de confianza. Tienes que conseguir que el usuario se siente lo más a gusto posible, hay que lograr que sienta mayor comodidad posible, e incluso más que cuando compra en la tienda de “toda la vida”.
Para lograrlo voy a darte una serie de consejos que he podido observar y analizar tanto en proyectos propios como externos en los que he trabajado y que son los 6 que te muestro a continuación:
- Muestra sellos de calidad. Un ejemplo de ello son los sellos certificados por empresas externas y con reputación que certifican que la web es confiable –un certificado puede ser los que ofrece la empresa Confianza Online-. Para que de esta forma puedan confiar algo más en nuestra compañía. Sin un sello de calidad es difícil que dejen nuestros datos, puesto que aparentará ser un fraude.
Seguramente hayas visto este logotipo en muchas webs que has visitado. Este sello ayuda a que el usuario pierda algo de temor de dejar sus datos en la web por la que está navegando.
- Además se debe usar colores suaves como tonos pastel (si es posible y encaja con los colores de la marca) en vez de usar colores muy llamativos y agresivos como el rojo. Los colores ideales son: el blanco y sus variantes como el color hueso, o el color crema; el celeste; y por último el amarillo.
- Remarca con colores llamativos las acciones que esperas que hagan los usuarios en tu landing page para que dejen sus datos –pero ojo, solo usa colores que sobresalgan como por ejemplo el rojo en “pequeñas dosis”. Podremos romper la regla si los tus colores corporativos sean de por si llamativos-.
Al ser humano desde siempre le ha gustado tocar y cuanto más llamativo es más ganas de tocar tenemos, un ejemplo de ello son los bebes que tocan todo. Si nosotros queremos que el usuario realice una acción tenemos que indicarle dónde tiene que pulsar para que consiga aquello que el usuario espera.
- Cuantos más campos tengan que rellenar más porcentaje de rebote tendrás. Esto es claro. Si necesitas que el usuario deje mucha información personal o profesional se planteará dos veces el dejar su información y seguramente termine por irse de la web antes de dejar todos los datos.
A nadie le gusta hacer encuestas y menos aún si son largas y prácticamente no van a conseguir nada de ello. Puede que hagan una encuesta si se lo pide un amigo o familiar como un favor, pero tú y tu web no eres su amigo, por ahora eres un desconocido que quiere venderle un producto o servicio.
- Los pop-up funcionan, pero aprende a usarlos. No permitas que un pop-up impida la comunicación con tu usuario en vez de estar ayudando a favorecerlo. Usa los pop-ups con un temporizador y registro de identificación de usuario. He conocido webs que tienen un pop-up nada más llegas a la web. Estudia cuándo los necesitas y cuándo no.
Un día me gustaría hablar en más profundidad sobre los pop-ups y cómo éstos deben de utilizarse, puesto que este post ya tiene casi 1.100 palabras.
Con estos pequeños datos puedes ir comenzando a diseñar tu propia landing. Recuerda que el objetivo de una landing que esté en un ecommerce no actuará completamente igual a una página de llegada que se encuentre en una web corporativa o en un blog.
Si tienes dudas o necesitas ayuda no dudes en preguntarme por email o en mis redes sociales que dejo a continuación.
Marcos Sánchez es estudiante de Marketing por la Universidad Rey Juan Carlos. Titulado además como técnico superior en Contabilidad y finanzas. Analiza y cuestiona todo lo que pasa a su alrededor.
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