Mantener un blog se está convirtiendo cada día más en una alternativa viable para difundir nuestra marca personal. Todo el que lo crea tiene un objetivo determinado (posicionarse como profesional de referencia, generar oportunidades profesionales, difundir su marca, …), y para ello es imprescindible el que llegue a ser leído. Y esto se consigue mediante la producción recurrente de contenidos, para lo que es preciso que el escribir se llegue a convertir en un hábito.
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En nuestras vidas diarias, hemos creado con el paso del tiempo una serie de hábitos que llegamos a realizar de forma prácticamente inconsciente. No nos supone ningún esfuerzo el cepillarnos los dientes, al contrario, hemos cogido la costumbre, aunque de niños nos costase más, probablemente por no entender muy bien los motivos por los que nos obligaban a hacerlo, o simplemente por que no nos apetecía.
Escribir es, salvando las distancias, prácticamente igual. Nos cuesta hacerlo porque hemos perdido la costumbre, más allá de cubrir nuestras necesidades de comunicación diarias (mail, mensajería instantánea, …); por eso, crear un contenido en el que desarrollamos una idea con cierta profundidad, a menudo nos echa para atrás.
Sin embargo, y lo digo por experiencia propia, lo que cuesta realmente no es el acto de escribir en sí, sino el obligarnos a enfocar nuestra energía durante un tiempo determinado para ‘transcribir’ las ideas que tenemos en la cabeza. Y eso, por lo general, nos da mucha pereza.
Como cualquiera esfuerzo que debemos realizar en el largo plazo y que se nos antoja ‘difícil’, lo mejor es trazarse un plan para hacer más asequible la labor, y aumentar las posibilidades de convertirla en una rutin. Para dicho plan, debería tenerse en cuenta como mínimo:
- Objetivo alcanzable. Los proyectos difíciles y largos en el tiempo deben tener un comienzo en el que se fijen objetivos que sepamos que vamos a cumplir. Una meta especialmente ambiciosa puede significar un fracaso seguro.
- Temática clara. Da igual sobre lo que se escriba, lo importante es saber sobre qué se va a escribir.
- La perfección no existe. Siempre habrá personas que escriban mejor que nosotros o con contenidos de mayor calidad. Eso no debería preocuparnos, especialmente al principio. Lo importante es escribir, empezar a perderle el ‘miedo’.
- Posts sencillos. Nadie nace sabiendo escribir, sino que lo va desarrollando con la práctica. Por lo tanto, es un proceso gradual en el que la complejidad se va ganando con el tiempo. Al principio es mejor escribir entradas sencillas y no muy extensas, en las que pueda desarrollarse una pequeña idea. Ya tendremos tiempo para hacerlo mucho mejor.
- La anticipación es una buena compañera de viaje. No hay nada peor como el efecto ‘hoja en blanco’, en el que no se sabe lo que escribir. Por eso, es importante ir apuntando cada pequeña idea que se nos ocurra, para poder desarrollarla en un futuro post.
Te aseguro que con el tiempo y la práctica recurrente y constante, los resultados irán llegando.
Miguel Ángel Riesgo tiene un Executive Master en E-Business por el IE Business School y es licenciado en Gestión Comercial y Marketing por ESIC, así como diplomado en Informática de Gestión. Mantiene su blog profesional en el que habla sobre empleo 2.0 y marca personal, así como de gestión de equipos humanos. Colabora con Infojobs en su blog sobre orientación laboral, en la ‘escuela de comerciales’. Ha trabajado durante los últimos 7 años como Sales Manager en Infojobs.
Buen artículo Miguel.
Lo más recomendable es tener un calendario de publicaciones y ceñirse a él. Es la mejor manera de publicar contenido de forma constante y no olvidarte de hacerlo nunca.
Gracias Enric por tu comentario. El hacer un esfuerzo inicial para anticipar en la medida de lo posible los contenidos que desarrollaremos en el futuro, sin duda alguna nos harán centrarnos más en la generación del contenido en sí. Para ello, el realizar alguna sesión de brainstorming para definir contenidos futuros, y registrar cualquier idea que se nos pase por la cabeza, son fundamentales.
Todo se entrena, la repetición es la madre de todas las virtudes y lo que las convierte en hábito.La excelencia no es más que un hábito, el hábito de hacer bien las cosas.Me ha encantado esta lectura por eso y por que no dejo de esforzarme en publicar con frecuencia en el blog y en redes sociales y anima, motiva e inspira saber que ese es el camino, gracias¡¡
Hola Carmen, gracias por tu comentario. Me ha encantado saber que tú también demuestras con el ejemplo, publicando con bastante frecuencia, lo que te ‘obliga’ a escribir de forma constante. Por cierto, tienes un blog muy interesante, me ha gustado mucho.
Totalmente de acuerdo en la dificultad de “obligarnos a enfocar nuestra energía durante un tiempo determinado para ‘transcribir’ las ideas que tenemos en la cabeza”. Cierto que, a medida que vas practicando, cada vez cuesta menos.
Para las idas que se nos van ocurriendo, acabo de descubrir Evernote y está resultando un gran aliado…
Gracias por tu artículo.
Saludos!!
Gracias por tu comentario. Uso Evernote desde hace meses, y estoy absolutamente satisfecho con el resultado. Me permite trabajar ‘en la nube’ con los beneficios que ello conlleva, y especialmente dejar registrada cualquiera idea que se me ocurra en cualquier momento y lugar, lo que posteriormente reaprovecho cuando escribo.