La publicidad, la buena, es también una fuente de inspiración e ideas para aprender a hilar relatos, a construirlos a través de la experiencia de producto más que a través del producto en sí. Es también, y además, una representación cuasi perfecta del concepto al que evolucionó Jenkins tras presentar y hablar de storytelling, una idea sobre la que ya hemos pasado en más de una ocasión: transmedia storytelling.
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Claro que la publicidad es inmensa y conviene acotar los mejores ejemplos y, aunque esto no es más que un análisis personal y subjetivo, me quedo con las campañas de perfumes –sabiendo que las de cosméticos, centrándonos en maquillaje, también tienen lo suyo; y sabiendo que también que no es la primera vez…-.
La historia de un perfume empieza en su aroma y en su imagen, en las evocaciones que provoca y las sensaciones que despierta; alrededor de este mundo sensorial se crea y recrea la campaña; ¿un ejemplo? Seguro que tenéis muchos rondándoos por la cabeza ya… Charlize Theron en oro y Dior; Caperucita Roja y Chanel jugando con nuestros recuerdos y con las sensaciones mágicas de la niñez y los cuentos; qué decir de Cavalli, la noche, el oro y la piel de leopardo… los tres son anuncios que encierran historias de sensualidad y seducción envueltas no sólo en la imagen sino también en el sonido de una música intencionadamente elegida; de ellos salen imágenes que empapelan luego perfumerías y centros comerciales y banners varios y sólo esa imagen despierta todas las sensaciones que se recrean en el anuncio de televisión.
Claro que hay otras historias y otros modos, a mi personalmente me gusta lo que hace Scent on Canvas, unir la imagen de su perfume al arte porque, al fin y al cabo, la composición de un aroma es un arte y ellos asocia esa aromática obra artística a un lienzo, el que acompaña a cada frasco de perfume; y también Histoires du Parfums… el nombre lo dice todo.
Y si puede contarse una historia alrededor de un aroma –tan intangible e invisible- y transmitir en esa historia sensaciones y emociones que evoquen al perfume como el perfume evoca a su historia… todo es entonces posible ¿no creéis?
Berta Rivera es una filóloga que trabaja en ventas, relata en loff.it, escribe un blog (ahora vergonzosamente desactualizado) y cuenta cuentos al caer la noche por esas cosas de la maternidad. Me declaro fan de la creatividad aplicada a la vida, a las pequeñas cosas y a la comunicación… porque las cosas no se dicen, se cuentan.