Practicar el storytelling en el marco de la comunicación y el marketing de nuestra firma… ¿es convertir nuestra marca y sus productos en uno o varios relatos? eso me venían preguntando hace unos días.
La respuesta es clara: no.
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Practicar el storytelling en el marco de la comunicación y el marketing de nuestra firma es utilizar uno o varios relatos para hacer sentir nuestra firma, para transmitir lo hacen sentir nuestros productos. Los relatos son el centro, el corazón del storytelling pero no son el objetivo de nuestra estrategia de comunicación, son únicamente una herramienta más, valiosa, útil y efectiva pero una herramienta.
Una de las cuestiones que suelen inquietarnos a la hora de afrontar una estrategia de comunicación basada en el storytelling son los relatos secundarios más que el primigenio. El relato primero suele tenerse claro porque va habitualmente unido a la historia de la firma y al sector en el que se inscribe; suele también formar parte, por tanto, de la identidad de la firma más que de su estrategia de comunicación.
Sucede que los relatos secundarios, los relativos a productos, líneas de negocio, campañas… tienen un enfoque más pragmático y más de venta que de identidad; si pensamos por ejemplo en las firmas de perfumes, en el lanzamiento de una nueva esencia la campaña suele llegarnos envuelta en su relato pero, pasado el tiempo, lo esencial de ese perfume, lo que queda en nuestra retina y se hace presente de modo constante es el envase o el color y a lo sumo las evocaciones que despertara la campaña más que la historia original que lo envolvía. En algunos casos ni tan siquiera eso, Chanel número 5 será por siempre jamás lo único que vestía Marilyn Monroe para dormir… un buen ejemplo de cómo a veces no es la propia firma quien nos presenta un relato unido a su producto sino un tercero, claro que en este caso no le ha venido mal al perfume este relato…
Volviendo al asunto de esta reflexión… los relatos secundarios, esos que se representan como las ramas del árbol cuyo relato central es el tronco… se componen como cualquier relato, cuidando su esencia, su sentido, su sensualidad y simplicidad pero ¿cómo se hilan? ¿cómo bailan y juegan los relatos secundarios entre si y con el troncal?
Este punto es de sumo interés porque es sumamente interesante hilar bien además de contar bien y, por eso, vamos a reflexionar sobre como hilar relatos desde varias perspectivas:
– desde un punto de vista histórico literario, porque contamos historias desde que el hombre es hombre y muchas de ellas las conservamos como parte de nuestra tradición literaria; he ahí la Biblia, libro sagrado del que ya hemos hablado, pero, además, la tradición literaria enmarcada en el mundo del relato es densa, he ahí los cuentos de Canterbury de Chaucer –considerado, junto a la obra de Shakespeare, casi como el Quijote de la literatura inglesa- o el Decamerón de Bocaccio en el que se inspiran.
– desde una perspectiva periodística porque quien informa, comenta o transmite noticias, cuenta; contamos aquí con una interesante colección de periódicos y magazines en los que se cuenta de diferentes formas y maneras la información.
– también desde una perspectiva cinematográfica o televisiva, incluso radiofónica porque no importa el medio sino el relato; ponemos aquí ambos pies en los medios que sustentan los relatos y caemos, con el storytelling bajo el brazo, en transmedia.
– y en última instancia, como no, hablaremos del relato publicitario que subyace a los anuncios de televisión, prensa, carteles…
En estos cuatro puntos tenéis el anticipo de lo que desarrollaremos los próximos jueves…
Berta Rivera es una filóloga que trabaja en ventas, relata en loff.it, escribe un blog (ahora vergonzosamente desactualizado) y cuenta cuentos al caer la noche por esas cosas de la maternidad. Me declaro fan de la creatividad aplicada a la vida, a las pequeñas cosas y a la comunicación… porque las cosas no se dicen, se cuentan.
[…] Hilando relatos… El relato literario Por : Berta Rivera+ 25-4-2013 Storytelling Sin comentarios Dejábamos a medio hilar hace un par de semanas aquello de tejer relatos… […]