Los relatos de marca se reconocen hoy como una herramienta fundamental para presentar, posicionar y difundir una firma y sus productos; pero, como venimos comentando en esta columna desde hace ya semanas, y aunque es cierto que en el marketing de contenidos encuentran un marco perfecto para desarrollarse, los relatos son tan antiguos como la propia capacidad del hombre para hilar historias y los relatos de marca tanto como el propio marketing o la publicidad, incluso más.
Y para muestra un Cola-cao…
Nuestros padres e incluso abuelos! recuerdan este anuncio cuya canción se estrenó en 1956 y en los 60 se reeditó vídeo mediante:
Y mirad qué consistencia de relato de marca…
Cuarenta años después de su estreno ahí sigue la misma sintonía… adaptada al público de 40 años después, adaptado el mensaje y el relato pero respetando y manteniendo lo esencial, siendo consistente.
Hoy el Cola-cao continua siendo el desayuno y la merienda ideal… no hay discusión, convence a los abuelos, los papas y a los peques, a tres generaciones profundamente diferentes ¿por qué?
La pregunta tiene miga y daría probablemente para disertaciones varias porque no habrá un motivo sino un compendio de ellos pero, sin duda, entre todos ellos, está la consistencia de su relato de marca, que se basa en dos únicas premisas: el origen del producto y sus propiedades.
A partir de ahí, igual que vemos evolución en la imagen corporativa de la marca respetando la original hasta el punto de seguir siendo absoluta y fácilmente reconocible, igual que evoluciona también el producto (que si Cola-cao turbo, que si con cereales, frutas, que si pepitas…), evoluciona su relato de marca y lo hace respetando el primigenio, el que hace referencia al origen del cacao y a las bondades del producto para los más pequeños.
Claro que esas bondades son y no son las mismas para los niños de los 50 que para los de los 80 o para los del SXXI y también en los relatos de marca funciona aquello de ‘renovarse o morir’ pero la renovación no ha de ser revolucionaria, ha de ser evolución y adaptación… y el relato de marca ha de estar tan bien elegido que pueda evolucionar y adaptarse también sin perder su esencia para mantener su influencia en el tiempo.
Berta Rivera es una filóloga que trabaja en ventas, relata en loff.it, escribe un blog (ahora vergonzosamente desactualizado) y cuenta cuentos al caer la noche por esas cosas de la maternidad. Me declaro fan de la creatividad aplicada a la vida, a las pequeñas cosas y a la comunicación… porque las cosas no se dicen, se cuentan.