Soy una persona impaciente, lo reconozco: quiero ver resultados al instante, quiero que si pregunto algo me contesten al momento, y eso casi nunca es bueno, especialmente en aspectos como el de mantener un blog, donde si se quieren ver resultados tangibles se debe planificar una estructura y una serie de acciones a largo plazo.
Por ello, yo soy de los que hacen cambios a menudo: cambio cosas del diseño y pruebo, cambio tipos de artículo y también a veces cambio cosas relacionadas con el SEO de este blog, lo que es peor aún porque Google termina haciéndose un lío con qué indexar en nuestro blog y cómo; si hay algún aspecto donde hay que cambiar el menor número de cosas posible es el SEO.
Hay momentos en los que te paras a reflexionar y observas una mañana cómo las cosas van bien: llevas unos días con una tendencia al alza subiendo suscriptores en Feedburner, Analytics da datos razonables y tus entradas siguen saliendo en Bitácoras.com. Justo ese momento es el de, en primer lugar felicitarse pero en segundo lugar pensar en qué estamos haciendo y cómo se ha llegado a ello, para continuar esa tendencia.
Obviamente, tendremos que esperar, pero la espera se hace más leve si somos conscientes de que estamos caminando por una senda creciente y no decreciente, la paciencia se transforma en constancia y así se reduce mucho menos el esfuerzo de escribir un artículo, porque todo será mucho más sencillo.
La impaciencia nos puede a menudo, o quizá también el sufrir un revés inesperado (“por qué este bajón de suscriptores hoy? estaré haciendo algo mal?“), pero en los blogs, como todo en la vida, hay que aprender a ver los datos y los sucesos con algo de perspectiva, porque probablemente sea algo puntual, que no es digno de reseñar, y que al cabo de unos días todo vuelva por su senda.
Por tanto, si nuestro blog va subiendo en comentarios, suscriptores y visitas, ¿para qué cambiar nada? Ahí entra otro factor clave para el éxito rotundo de un blog: el conseguir entrar en una rutina, crearse el hábito de escribir y mantener el rumbo, constante como el de un ciclista que ve que va acortando la distancia poco a poco a la cabeza de carrera. Mucho ánimo.
La impaciencia para ver resultados en nuestro blog http://bit.ly/14jTFQ
Creo que la impaciencia es algo común a casi todos nosotros.
Queremos ver resultados y los queremos para ayer si es posible.
Intento no ser demasiado impaciente pero muchas veces me ha pasado lo que dices, veo que hay un pequeño bajón en el feedburner o en las visitas y me agobio y pienso que he estado haciendo algo mal.
De todas formas la impaciencia viene dada porque nos auto exigimos mucho, y como bien apuntas, si vemos que las cosas van bien, aunque sea muy poco a poco, no hay que hacer grandes cambios sino llevar una buena rutina y crear un buen hábito.
Saludos!
Muy buenos tus razonamientos, tal cual comenta Alvaro no es sencillo librarse de la ansiedad que produce el sentimiento de estar “creando” algo, pero si con adecuados conocimientos y ayuda como esta que permitan enteder mejor este proceso interno podría ser mas sencillo controlarla, e incluso hacerla nuestra aliada.
Un afectuoso abrazo amigo.
Ya lo dice el dicho: La paciencia es la madre de la ciencia. Para todo trabajo es imprescindible tener paciencia y confianza en lo que uno hace. Si lo que haces lo haces bien, sólo puedes esperar resultados buenos.
Y en los blogs lo mismo, no te debes desesperar por no conseguir los objetivos tan rápido como deseabas. Se trata de una carrera de fondo, sólo los que mantienen su ritmo, un ritmo que pueden aguantar, llegan a la meta y por el camino van atrapando a aquellos que han ido más rápido de lo que podían.
Como dices, lo importante es coger el hábito, y alcanzar la velocidad crucero del blog.
Sin duda alguna chicos, cien por cien de acuerdo con vuestros comentarios!
Martín Codax, como no es blogger, hoy sólo ha entrado para decirte que este es uno de los post mejor escritos y más redondos que te he visto, Juanan.
¡Ojo con extraer consecuencias precipitadas de un día para otro!
El sector que trabajamos es de lo más inconstante. Sólo os digo que hay que estar ahí, día a día: unos pasaremos más desapercibidos, otro nos enlazará por puñetera chiripa un grande y tendremos un “Tourmalet” en nuestra gráfica, pero lo que importa es que cumplamos años. Años, señores. Eso no hay SEO ni SEM que lo cambie. La gente se queda con la copla de lo que funciona, de lo que está siempre ahí, un día y otro, y otro y otro… Olvidaos de “pelotazos”, de “forraros” en tres meses, dedicaos a vuestra pasión bloggera con ilusión de crear algo grande, haced que se fijen en vosotros por vuestra calidad y por vuestro tesón.
Creedme. No hablo de buen ribeiro. Yo lo he vivido.
Venga, al turrón.