¿Te has preguntado alguna vez para qué estás en la Red?, ¿tienes realmente un plan, o simplemente estás por estar, atraído por la vistosidad de sus innumerables aplicaciones y herramientas?, ¿crees que la presencia constante en las redes mejorará tu perfil profesional?.
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En las formaciones que imparto, a menudo compruebo que las personas vienen buscando conocer nuevas aplicaciones, centrándose más en su uso y posibilidades que en tener realmente un plan preestablecido donde se haya fijado un objetivo, es decir, qué buscan y qué acciones deben llevar a cabo para conseguirlo.
Comprendo que todas esas aplicaciones que inundan la Red nos abren un abanico de posibilidades impensables hasta hace poco tiempo, permitiéndonos publicar contenidos, compartir conocimientos, comunicarnos, obtener información útil, …, es decir, a menudo nos hacen la vida un poco más fácil.
Sin embargo, todas esas herramientas tienen un peligro latente, y es hacernos perder de vista que se trata simplemente de eso, de simples herramientas, y nunca de un fin en sí mismas. Si no existe un objetivo detrás, es decir, un ‘para qué’ las usamos, no haremos sino perder el tiempo sin conseguir acercarnos a la meta, si es que se había definido anteriormente. Corremos también el riesgo de confundir resultados parciales y temporales (número de seguidores, tráfico puntual, mencione, …) con consecuciones de objetivos.
Y esto lo veo claramente cuando trabajamos en nuestra marca personal para poder generar oportunidades profesionales. Si no hemos realizado un plan previo donde establezcamos el objetivo que perseguimos (posicionarnos ante reclutadores, convertirnos en especialistas en una materia determinada, …), nuestras capacidades, recursos con los que contamos, temáticas que trataremos, público objetivo, …, ¿de qué nos valdrá empezar a inundar la Red con nuestra presencia?, ¿para qué querríamos hacerlo?, ¿tendría sentido crear un blog o usar a diestro y siniestro las distintas redes sociales?.
Porque trabajar en la difusión de nuestra marca personal sin tener un plan previo establecido, un motivo al fin y al cabo, no sólo no tiene sentido sino que además puede ser contraproducente. La Red como escaparate profesional tiene grandes posibilidades por explotar, permitiéndonos difundir nuestra identidad profesional para posicionarnos como la mejor opción posible cuando haya distintas alternativas. Pero lo que proyectamos realmente debería ser nuestra esencia, que es la que debemos trabajar a conciencia. Si no profundizamos en esta parte, el uso masivo de herramientas y aplicaciones para dar la impresión de estar permanentemente conectados y generar una apariencia de ‘perfiles 2.0’, no hará más que crear una cortina de humo que desaparecerá con el tiempo. Porque el estar en redes sociales puede ser deseable e incluso necesario, pero sin duda alguna no nos hará más atractivos ni mejores de lo que ya somos, ‘sólo’ nos ayudará a compartir de mejor manera los contenidos que seamos capaces de producir.
Miguel Ángel Riesgo tiene un Executive Master en E-Business por el IE Business School y es licenciado en Gestión Comercial y Marketing por ESIC, así como diplomado en Informática de Gestión. Mantiene su blog profesional en el que habla sobre empleo 2.0 y marca personal, así como de gestión de equipos humanos. Colabora con Infojobs en su blog sobre orientación laboral, en la ‘escuela de comerciales’. Ha trabajado durante los últimos 7 años como Sales Manager en Infojobs.