En los últimos días de diciembre las empresas cierran sus ejercicios contables y fiscales, los estudiantes llegan a las vacaciones navideñas del primer trimestre de clases y, en general, todos aprovechamos para hacer balance de cómo ha ido el año en los diferentes aspectos de nuestra vida.
Hay que hacer balance
No quería despedir el 2010 sin contaros que en el plano legal este año ha sido importante. Muy importante. Ha habido pequeñísimas conquistas que a pesar de su tamaño van sumando hacia un cambio de legalidad en cuyo articulado se contemple con flexibilidad la realidad de las nuevas tecnologías tal y como la vivimos. Y también ha habido pasos atrás, en exceso autoritarios o discrecionales, que nos recuerdan que a nuestra normativa vigente se le saltan todas las costuras cada vez que se quiere ceñir a un caso relativo al Internet más palpitante.
Lo peor del 2010
Dentro de lo negativo, por dejar lo mejor para el final, destaca, como podéis imaginar la presencia de la Ley de Economía Sostenible y con ella, de la famosa disposición adicional que confía a un ente administrativo la decisión de cierre por la vía rápida (pocos instrumentos judiciales hay tan rápidos como este procedimiento ante la Comisión de Propiedad Intelectual) de las webs, blogs, foros, etc que contengan enlaces a sitios que ofrezcan descargas de contenidos que infrinjan derechos de autor (pelis, series, juegos, etc, etc). Ayer mismo la Ley Sinde recibía en el Congreso un duro varapalo, aunque habrá que esperar a sucesivas votaciones en Senado y vuelta al Congreso, ya en el 2011. Otras cuestiones importantes no han sido contempladas con tanta urgencia por el Gobierno y el legislador: procedimientos efectivos y rápidos contra estafas en la red, actuaciones contra perfiles ilegales en redes sociales con domicilio fuera de España (acuerdos, protocolos, etc)… Los medios existentes para denunciar estos aspectos están absolutamente bloqueados por saturación.
En segundo lugar, ha habido casos “sangrantes” que han puesto de manifiesto la existencia de un cierto ámbito de poder discrecional de fuerzas y cuerpos de seguridad a la hora de impedir la labor de la transmisión de información libre y veraz. El caso más llamativo este año ha sido el de Edu León, fotoperiodista que denunció públicamente agresiones policiales y arresto arbitrario por proceder a fotografiar una redada contra inmigrantes. En Bloguismo os dimos alguna pincelada sobre los derechos que asisten al blogger al tratar con fotografías y la publicación de material fotográfico, entre otros.
Lo mejor del 2010
En el lado positivo, destacar las pequeñas victorias (tan pequeñas que parecerían pírricas si no se miran con un poco de perspectiva) en el plano de la responsabilidad por manifestar críticas en blogs, foros y webs. Se ha ampliado por vía judicial más ese margen de libertad, pero con una cautela básica: si tienes conocimiento efectivo de que el comentario que hay en tu blog es ofensivo o invade derechos de terceros, debes quitarlo. Hasta entonces, no tienes obligación de convertirte en un vigilante de todo lo que se diga en tu blog. Obrar con “buena fe” es lo que conviene para salir bien parados si te ves requerido por alguien en un asunto parecido. Os lo contábamos en “¿Quién es responsable de los comentarios en tu blog?” donde citaba el caso Mindoniense y el de Quejasonline, pero últimamente también podéis ver el caso de Corporación Dermoestética, o lo acaecido con el cantate Ramoncín con el periódico online 20minutos.es. Comienza a haber algún auto (aún no sentencias) relativo a responsabilidad por comentarios en redes sociales.
También valoro como logro la incorporación progresiva de la Administración Pública al mundo online, con el fin de evitar molestias y trámites innecesarios a los ciudadanos: en noviembre la DGT nos anunciaba que notificará las sanciones de Tráfico por email y lanzaba TESTRA, un tablón edictal online para sustituir la publicación en los boletines oficiales de la provincia, instrumentos que suenan totalmente a siglo XIX o anterior, ¿no? También Hacienda comenzará a practicar notificaciones exclusivamente por medios electrónicos a empresas y otros sujetos obligados por la nueva normativa.
En otro orden de cosas, la Agencia de Protección de Datos (AEPD) este año ha comenzado a sancionar con multa de 600 euros (pero podrían ser superiores) a quienes envían correos electrónicos a múltiples destinatarios sin poner sus correspondientes direcciones en copia oculta, una medida disuasoria contra el indiscriminado spam que sufrimos en nuestras cuentas de email.
Soy consciente de que me dejo muchas cosas (buenas y malas) en el tintero. Como veis, el panorama jurídico de Internet es cambiante, ambiguo y hay que saber bien por dónde se pisa. Muchos me habéis dicho en comentarios que con tanto trámite y tanta precaución legal “se os quitan las ganas de bloguear“. Yo en cambio os animo a seguir con vuestra labor, con vuestra afición, con vuestra manía de actualizar vuestra bitácora, sin perder de vista los consejos que os podamos dar desde Bloguismo.
Feliz Navidad y que tengáis mucha suerte en el sorteo de Lotería Nacional de hoy 😉
(La imagen que ilustra el post se ha publicado bajo licencia CC en el Flickr de redstamp)
Interesante articulo, me gustó mucho ya que lo que indicas sobre lo mejor y lo peor del año está muy bien.