Posicionar nuestra marca personal con el objetivo de generar oportunidades profesionales, no es un proyecto que proporciona resultados a corto plazo y, por supuesto, no es sencillo de llevar a cabo.
© nasir1164 – Fotolia.com
La verdad es que resulta muy tentadora la idea de que pudiéramos conseguir los objetivos que nos planteamos, rápida y fácilmente, ¿a quién no le gustaría?. No obstante, a pesar de que esto puede resultar bastante obvio, estamos rodeados de reclamos publicitarios que, tratando de destacar entre tanta competencia que ofrece lo mismo, intentan engañarnos, lanzándonos mensajes en los que se ofrece un resultado inmediato y sin esfuerzo, y generalmente orientados a personas guiadas por la necesidad o la urgencia: desde aprendizajes de idiomas en tiempo récord, hasta ofertas de trabajo fácil y con altas ganancias.
Sin embargo eso no es posible, especialmente cuando hablamos de construir y proyectar nuestra identidad profesional con el propósito de atraer la atención de los reclutadores y ganar puntos para convertirnos finalmente en la alternativa elegida. Porque no estamos hablando de encontrar un empleo a corto plazo; para eso existen las alternativas tradicionales a las que podemos recurrir en cualquier momento (portales de empleo, redes sociales, …). De lo que se trata es de construir nuestra reputación digital, y eso conlleva tiempo y dedicación.
Lamentablemente no existen recetas mágicas, ni siquiera atajos para llegar antes de lo previsto. Obtener resultados pensando que con sólo tener nuestro perfil creado (o mal-creado) en redes sociales, ofrecer nuestra candidatura al estilo ‘busco trabajo, gracias’, o incluso pensar que con sólo ‘estar’ en redes sociales es suficiente, no deja de ser un espejismo si no analizamos previamente nuestra situación y trazamos el plan adecuado.
Es por ello que, con el tiempo, podremos ir ganando poco a poco cierta reputación profesional gracias a las posibilidades que nos brinda la Red, siempre y cuando hayamos hecho un buen trabajo previo, identificando quiénes somos, qué queremos, con qué recursos contamos, cuáles son nuestras capacidades, y a quién nos dirigimos.
Y una vez realizado esto (la tarea más importante sin duda alguna), queda llevarlo a cabo, lo que implica esforzarse de manera sostenida en el tiempo, para así ir ganando atención sobre nuestra marca personal, del tal forma que con el tiempo llegue a ser (re)conocida. Y para eso la constancia es fundamental; la marca personal se construye mediante las percepciones que tienen los demás sobre lo que ven en nosotros; por tanto, de lo que se trata es que esas percepciones sean lo más positivas posibles, y para ello tendremos que generar acciones repetitivas que impacten sobre nuestro público objetivo.
Miguel Ángel Riesgo tiene un Executive Master en E-Business por el IE Business School y es licenciado en Gestión Comercial y Marketing por ESIC, así como diplomado en Informática de Gestión. Mantiene su blog profesional en el que habla sobre empleo 2.0 y marca personal, así como de gestión de equipos humanos. Colabora con Infojobs en su blog sobre orientación laboral, en la ‘escuela de comerciales’. Ha trabajado durante los últimos 7 años como Sales Manager en Infojobs.