No, no os preocupéis, no me he vuelto loca. Tampoco pretendo descubrir algo que ya está más que descubierto, y es la utilidad de la red de microblogging que cada día cuenta con más usuarios activos. Para quienes seáis usuarios de la misma, ya sabréis que junto a Facebook ostenta el trono de redes sociales con mayor repercusión, en el caso español, cuenta con más de 6 millones de usuarios, lo que la convierte en la tercera red más usada en nuestro país, después de la de Mark Zuckerberg y Youtube.
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Cómo decía, no vengo ahora a contar las bondades de Twitter para la promoción de una marca o empresa, que las tiene y muchas, ni tampoco a hablar de las buenas prácticas en la red para conseguir, precisamente, alcanzar el éxito si nuestro objetivo es ese. No. La reciente abdicación del rey, Juan Carlos I, ha dejado ver el gran poder de esta red social como fuente de información, su inmediatez, la capacidad para mostrar multitud de pareceres, plurales y diversos, la revolución, en definitiva, que las redes sociales han provocado en la comunicación en general.
Apenas si habían pasado unos minutos del inicio de la comparecencia de Mariano Rajoy y la noticia ya corría como la pólvora en Twitter; apenas una hora después ya había gente a la que le había dado tiempo de elaborar chistes y montajes que inundarían los timelines y también otros lugares como Whatsapp.
Ante esta reacción, inmediatamente me fui a Facebook para ver qué pasaba allí. La noticia también se contaba, pero más solapadamente, con mucha menor presencia que en Twitter.
Esta reacción tampoco escapó a los medios de comunicación, que, a lo largo del día, y en sus ediciones digitales, dedicaron especial atención a las reacciones que la noticia había tenido en Twitter.
Tomo este ejemplo para reafirmar algo que la mayoría de ustedes saben y que todavía queda gente por descubrir: las redes sociales se nos muestran como una ventana abierta para descubrir que está sucediendo en el mundo, y en el caso de Twitter, nos permite ser testigos, casi segundo a segundo, de lo que acontece, con una inmediatez antes nunca conocida.
Quizás por ello haya muchos usuarios que sólo usan su timeline para mantenerse informados, y Twitter se ha convertido en un complemento ideal para los medios de comunicación. En este sentido, otro ejemplo es el del maridaje televisión-Twitter, muchas cadenas comienzan ya a medir el éxito de sus series o programas no sólo por los niveles de audiencia, sino por los tuits generados o el seguimiento de su hastag concreto.
Un reciente estudio de la Asociación para la Investigación de los Medios de Comunicación (AIMC), -la 16 encuesta que mide los comportamientos de los internautas españoles, Navegantes en la Red-, ya revela que casi un 46 por ciento de los encuestados reconoce usar las redes a diario para mantenerse informado de las noticias de actualidad.
¿Acabará desterrando Twitter a los medios de comunicación tradicionales?¿Provocará un cambio aún mayor al que ya ha producido en el modo de trabajar de los periodistas? ¿Qué opináis?
Olga Pérez Barbero es una apasionada de la comunicación. Periodista y social media manager freelance alterna sus trabajos en el campo de la información online y offline. Es editora del blog La Enredadera Comunicación Social.
No recuerdo quien dijo que los que no tenían nada que decir irían a decirlo en las redes sociales. O sea, que no es raro que sean masivas. Probablemente morirán de éxito ya que se convertirán en jaulas de grillos. Y como decía otro, si no leo a los que sigo y a mí no me lee nadie, que carajos hago en Twitter.
Respecto tu opinión, pero considero que, como en todos sitios en las redes sociales se dicen cosas muy interesantes, de ahí su éxito, aunque también existan auténticas sandeces, creo que en eso, son un reflejo más de la propia comunicación humana