Hasta hace poco tiempo, la historia de la humanidad, estaba confinada a las “grandes bibliotecas”, tanto académicas como públicas, dentro de estantes o libreros, donde se colocan los documentos -“propiedad de la biblioteca” y en número variable de copias-, sean libros, revistas, informes, periódicos u otros.
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La creciente producción de información exige un espacio cada vez mayor para su almacenamiento. Asimismo, se requiere de una difusión casi instantánea de la información como resultado del llamado proceso de globalización o internacionalización del conocimiento. Probablemente, los factores que más han incidido en el tránsito de las publicaciones hacia nuevos soportes son la necesidad de una distribución inmediata de la información y el conocimiento, los crecientes costos de las ediciones impresas y el papel, la flexibilidad, accesibilidad y economía de los medios más modernos, así como la falta de espacio para su almacenamiento.
Es en este marco, donde las publicaciones electrónicas y/o digitales irrumpieron y amenazan con sustituir el formato impreso. La realidad es que forma parte del avance de las nuevas tecnologías, nuevas generaciones con estilos de consumos diferentes, lectores ávidos de experiencias que se basan en plataformas tecnológicas, donde lo audiovisual parece captar más la atención que el propio texto. En algún momento la imagen servía de ilustración a la nota periodística, hoy el texto pasó a ocupar ese lugar y funciona de anclaje a lo que se narra en el video o con las imágenes. El ritmo vertiginoso de estos días llevó a las personas a practicar una lectura más superficial, sin profundidad, invirtiendo el poco tiempo que tienen en los formatos digitales donde predomina lo audiovisual.
Por su parte, la publicidad en soportes digitales crecerá un 156% en los próximos cinco años, según concluye un estudio elaborado por Yahoo y Enders Analysis. A este ritmo de crecimiento, este tipo de acciones representarán el 52% del total de la publicidad digital en Europa en 2020 y la inversión en ella será de 13.200 millones de euros. Este fenómeno se replica en el resto de los continentes, es un fenómeno -que sin suplantar la publicidad en los medios gráficos-, cada vez tiene mayor preponderancia en los planes de medios que realizan las empresas.
Los Millennials son los consumidores de hoy, los nativos digitales y los teléfonos inteligentes se transformaron en elementos de primera necesidad para las personas. De acuerdo con el reporte de Euromonitor titulado “Las 1o tendencias globales de consumo en 2015’ los consumidores están maximizando su tiempo y dinero al encontrar productos y servicios que satisfacen múltiples necesidades. Las empresas lo saben y por eso se están inclinando hacia los formatos digitales, social media y productos tecnológicos que lleguen de forma rápida a miles de personas.
Todo esto impactó en la forma de comunicar y en la aparición de nuevos formatos de rápida lectura, con mayor impacto visual y cómo de acceder en forma gratuita a través de los dispositivos móviles. Un ejemplo es la reciente aparición de la revista digital DTRUZ Mag, una creación de Santiago Barrionuevo, Tomás Barrionuevo y Rocío Bravo, jóvenes emprendedores que proponen una forma diferente de abordar los temas que marcan tendencia, con fuerte foco en lo visual y gran sentido de la estética. La creatividad se apoya en la ubicación de links, slide de imágenes, videos, imágenes 360, ping to zoom, panorámicas, sonidos, animación, interacción con redes sociales y estadísticas a la par de los textos que interpretan esa dinámica. DTRUZ Mag invita a experimentar un nuevo concepto de lectura, su formato es dinámico, innovador y está pensado para ser apreciado en dispositivos móviles de cualquier dimensión como Tablets, smartphones y fablets.
Como DTRUZ Mag, aparecen otros productos que buscan satisfacer las necesidades de los que en su momento llamaron nativos digitales y que hoy están representados en los Millennials que se caracterizan por dominar la tecnología como una prolongación de su propio cuerpo. Casi todas sus relaciones básicas cotidianas están intermediadas por una pantalla. Para ellos, realidad y virtualidad son dos caras de la misma moneda. On y off están integrados. Prefieren internet a la TV convencional. El 59 % ve películas por internet y el 46 % televisión, también a través de internet, un porcentaje sensiblemente más alto que en otros grupos de edad. Es evidente que ni el prime time ni la publicidad clásica son buenas estrategias para llegar a este colectivo.
Rocío Bravo es fundadora junto a dos socios de DTRUZ Mag, una revista/ aplicación digital de descarga gratuita en iOS y Android, en donde es editora. Además, es redactora en revistas gráficas como DMAG, Revista Móvil, G7, Brando (Grupo La Nación), Mercado, Alzas y Bajas, Punto F (Frávega), ITSitio, Mediaware y Revista Socios (Grupo Indalo).
Yo creo que otra de las razones de este crecimiento es la urgencia del consumo de información. Como bien has apuntado son los millennials y los nativos digitales los que demandan más la información en este tipo de formato y la forma en que tienen de consumir dicha información es aquí y ahora, posibilidad que ofrece el formato digital y no el papel.
PD: Gran post, me ha gustado 🙂