Hacer algo como bloguear por simple placer es una de las mejores cosas que puedes hacer con tu blog: los artículos te salen solos y tienes una sensación increíble de cara a tu blog.
A menudo nos sucede, que acabamos hasta las narices de nuestro blog, y reconozco que a mí me pasa a menudo con mi blog personal. Reconozco que había un tiempo en el que planeaba ganar cosas con mi blog personal, intentaba centrarme en una temática, etc…
Pero de un tiempo a esta parte sé que mucha gente está suscrita a mi blog personal porque me conocen, porque les gusta mi manera de escribir, mi manera de ver las cosas, etc… Y no me pongo metas de publicar a diario, porque he conseguido que mi blog personal sea un lugar donde escribo cuando me apetece, tengo algo que contar y por puro placer. Es una sensación fantástica.
Reconozco que a menudo somos nosotros, los propios bloggers, los que nos marcamos metas, los que quizá nos agobiamos, consiguiendo un contenido bajo de calidad y caemos en el mayor pecado de un blogger: escribir simplemente por escribir.
A menudo necesitamos vacaciones blogueras: puede que una semana, puede que dos, pero en nuestros blogs personales podemos hacerlo. Conviene siempre escribir sólo y cuando tengamos algo que contar, caer en la rutina de publicar acerca del tema del que está hablando todo el mundo perjudicará a lo largo a tu blog.
Yo estuve en dos ocasiones en Weblogs SL, sumando en total unos dos años blogueando como blogger profesional, cobrando a final de mes por todo lo que escribía, que me daba para bastantes caprichos. Pero cuando caes en la dialéctica de los números, de tener que llegar a una cuota para cobrar…no es lo mismo.
Aprovecha la completa libertad que tienes en tu blog personal, retómalo y descansa de él cuando quieras, publica por placer: será mucho mejor y te irá mucho mejor. Relájate y busca temas con calma sobre qué escribir: sobre tu ciudad, dando tu opinión sobre alguna noticia que hayas leído, hablar de tu hobby…
Partes de una diferenciación muy clara en el post: bloguear por bloguear y bloguear profesionalmente o bajo pago.
En el primer caso la libertad de elegir en qué momento queremos publicar algo y cuándo nos lo queremos callar, esa libertad es digna hasta de ser blogueada, porque es sacrosanta y porque si no estás bajo pago es mejor no escribir cuando no se tengan ganas, para no publicar truños o cosas de las que luego nos arrepintamos.
No significa que el blogger bajo pago o profesional escriba truños, pero sí, la necesidad de cubrir cuotas la va a imponer publicar incluso cuando no se tengan ganas y los lectores expertos saben detectar eso en un post.
Saludos cordiales ales.
Creo que lo que comentas es básico si estás escribiendo un blog personal, como el mío por ejemplo.
Aunque escribo todos los días de Lunes a Viernes, siempre lo hago porque me apetece escribir y quiero contar algo, sea lo que sea. No lo hago porque “tengo que publicar algo sí o sí”. El día que me pase eso, que me vea presionado por escribir en mi blog, me tomaré esas vacaciones antes de quemarme.
Eso sí, si tuviera que escribir cobrando y me exigieran uno o varios posts diarios, pues también lo haría sin problemas, aunque supongo que si no estás inspirado y tienes que escribir uno o dos artículos puede ser complicado. Aunque también te digo que bendita complicación, ojalá pudiera ganarme un dinerillo escribiendo en blogs jeje.
Un saludo!
Estoy de acuerdo en el concepto de diferenciar el blog personal con algún proyecto de una temática específica o bajo una empresa en el que, con contrato y dinero de por medio, estés obligado a escribir bajo ciertas condiciones y circunstancias.
No obstante, creo que desde el momento en que en los blogs personales llevan publicidad, el blogger se autoimpone la necesidad de publicitarse como marca, de buscar el post fácilmente meneable y deja de escribir por placer y empieza a hacerlo por ambición, autoestima, o directamente, por dinero, con lo que habitualmente disminuye su calidad en las publicaciones. No lo censuro, sólo digo que en ese caso me parece que presenta ciertas contradicciones éticas. Por el contrario, supone un escaparate que puede ser aprovechado a nivel laboral, por lo que es una posibilidad a valorar.