10 situaciones complicadas a nivel laboral para un jefe

Cuando llegas a cierto nivel de responsabilidad y tienes personas a tu cargo seguro que te vas a encontrar con situaciones complicadas, conversaciones y asuntos que son difíciles hacerles frente. Situaciones que nos hacen estar incómodos, nos causan quebraderos de cabeza o incluso noches de insomnio.

10 situaciones complicadas a nivel laboral para un jefe

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En ocasiones es inevitable, lo que tenemos que tener claro es cómo afrontar este tipo de conversaciones que resultan más difíciles afrontar dentro del entorno laboral y nos debemos plantear cómo abordarlas sin problemas:

Comunicar un despido a un empleado

Esta es un de las conversaciones más difíciles que uno como jefe tiene que afrontar dentro de una empresa. En este caso lo mejor para solucionarlo no es adoptar una actitud dura, lo mejor es mostrar tristeza o disgusto que provoca dicha situación. Por tanto, el trabajador podrá sentirse más respaldado ante dicha circunstancia difícil para las dos partes.

Dar una evaluación no satisfactoria

Una mala evaluación sobre el desarrollo de las funciones que realiza un trabajador es una situación que supone pasarlo mal para aquellas personas que lo tienen que comunicar. El miedo a degradar la situación de relación laboral o a otras consecuencias que pueda tener, como un despido, suele estar presente en la conversación.

Lo que debemos hacer en estas conversaciones es no ocultar las emociones que provoca dar este tipo de noticias, basarse en datos que han llevado a dar este tipo de calificación e indicar las posibles actuaciones de mejora.

Dar una mala noticia

Abordar ciertas noticias, como la muerte de alguno de los empleados, nunca es grato darlo y, por esto, en muchas ocasiones los jefes de la empresa deciden evitar dicha comunicación. Las consecuencias que pueden generar a dicha actuación puede desencadenar en una indiferencia por parte de los jefes. Lo mejor es dar las malas noticias y ofrecer un espacio donde los empleados puedan asimilarlas.

Pedir disculpas

Determinadas personas son tan orgullosas que les cuesta mucho pedir disculpas y lo intentan evitar por todas las maneras. Pero debemos reflexionar y asumir nuestra parte de culpa. Una vez reflexionado debemos pedir perdón por todo lo necesario para reparar las relaciones y recuperar la confianza de nuestros empleados.

De esta manera, también se van a crear un mejor ambiente laboral. Si el jefe pide disculpas a un trabajador, lo mejor será afrontarlo como si fuera una cosa extraordinario dentro del equipo de trabajo.

No realizar un compromiso

En ocasiones, los empleados no pueden a llegar determinados objetivos y los compromisos que se han establecido. Esto puede ser porque haya sucedido algo externo a la empresa que lo impida. Entonces lo debemos comunicar de forma inmediata y comentar los pasos a seguir para poder solucionarlo.

Otras ocasiones, los compromisos no se cumplen por causas internas a la empresa. En este caso, se tendrá que defender la decisión aunque no estemos totalmente de acuerdos y debemos tomar precauciones para que no vuelva a pasar.

Decir no

A casi todo el mundo le cuesta decir la palabra ‘no’ y más cuando estás en un puesto de responsabilidad. Esta limitación se encuentra en que normalmente entramos en una dinámica de decir ‘sí’ siempre y esto algunas veces nos puede acarrear problemas.

La mejor manera de afrontar dicha situación es analizar y estudiar cada solicitud por separado, y así podremos ver cual se puede llevar a cabo. Tras esto, tendremos que negociar y utilizar las palabras adecuadas, en vez de decir de manera rotunda ‘no’. Siempre es mejor decir un ‘sí pero…’ o un ‘sí a condición de que…’ para llegar a dicha negociación.

No mostrarte de acuerdo

Expresar que tenemos un punto de vista diferente al de los demás sobre un determinado tema suele producir miedo al rechazo del resto, al que nos perciban problemáticos o poco comprometidos con lo que se hace en la empresa.

Una manera de presentar nuestra postura contraria en mostrar los datos que respalden el puesto de vista que estamos defendiendo. Así vamos a evitar discusiones con el resto de empleados de la empresa o con el cabecilla de la postura con la cual no estamos de acuerdo.

Solicitar ayuda

A la mayoría de la gente le cuesta pedir ayuda. Una de las razones es que piensan de esta manera se van a presentar como alguien vulnerable, como alguien incapaz de hacer sus tareas o que, se van a pedir ayuda, esto les va a suponer un favor que tendrán que pagar en un futuro.

En el caso de los jefes, no se suele pedir ayuda por falta de confianza del resto. Pero no pedir ayuda puede acarrear problemas a largo plazo como una carga de trabajo excesivo o una insatisfacción laboral. Pedir y ofrece respaldo a nuestros compañeros nos humaniza y mejora las condiciones laborales.

Pedir algo que necesitamos

La gente no suele pedir ascensos, solicitar un aumento de salario o cualquier otro tipo de reconocimiento que creen que se merecen y prefieren que sus responsables los que por si solos se den cuenta de lo bien que lo están haciendo y les den por ello una recompensa.

Como esto no suele pasar o pasa en contadas ocasiones, lo mejor es afrontar una petición basándose en datos y razonamientos objetivos que apoyen nuestras propuestas de una manera justificada y sin alteraciones.

Dar gracias a otra persona

Dar gracias a otra persona por su ayuda o por apoyar en determinados momentos son pequeñas cosas que solemos pasar por alto. Debemos tener en cuenta todo lo que hacen los demás por nosotros y dar la gracias.

Esto va a ser una oportunidad para mostrar nuestro compañerismo, nuestra personalidad y romper con la dualidad persona – profesional que muchas personas se empeñan a mantener dentro de la empresa.

 

Raúl JaimeRaúl Jaime es profesor en IEBS Business School en varios programas Máster, emprendedor de Empresa Formación y profesional del sector de finanzas. También investiga sobre la creatividad e innovación en la empresa.

 

 

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