Para una generación de padres que pasaron su infancia jugando en la calle resulta a veces difícil entender que los niños pasen horas ante pantallas de muy diversa índole. En relación con esto, es frecuente escuchar afirmaciones sobre lo perjudicial que debe ser eso para los pequeños y lo sano que era saltar a la comba o correr sin destino por las calles.
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Sin embargo, este pensamiento está directamente influenciado por la nostalgia sin aferrarse a ningún tipo de base científica que demuestre su veracidad. Muy al contrario, las nuevas tecnologías son recurso tan innovador como versátil que hace mucho más diversa y eficiente la educación y el ocio de los más jóvenes. Es interesante aprovechar esa oportunidad y sacarle el máximo rendimiento a las herramientas tecnológicas de las que podemos disfrutar ya sin necesidad de esperar a que las generaciones de hoy tengan su propia descendencia.
La enorme diversidad de opciones
Desde la televisión como ejemplo más clásico, hasta el más actual uso de Internet en terminales móviles como teléfonos y tabletas que permiten una total conexión en cualquier momento, las herramientas que pueden aplicarse a usos de formación son casi innumerables y permiten un amplio margen de estudio y experimentación para dar resultados excelentes.
A estos recursos, y directamente ligados a ellos, se suman las aplicaciones específicas para el aprendizaje que se pueden disfrutar en terminales móviles, la televisión a la carta, vídeos y podcast o los juegos online de uso gratuito. De igual modo, el uso de Internet multiplica los recursos educativos tales como cuentos, ejercicios, historias o dibujos para colorear entre otros muchos ejemplos que solo tienen como límite la creatividad de las instituciones y centros docentes.
La confirmación de los expertos
Tras diversos estudios que se vienen llevando a cabo a lo largo estos años de impulso tecnológico, se ha determinado que resulta altamente favorable para los niños el uso de estas herramientas de innovación. Sin una regulación excesiva por parte de los padres que, de forma general, está enfocada a la mera restricción en el uso de aparatos tecnológicos, los niños demuestran una mayor motivación para el uso lúdico de las mismas ampliando su conocimiento en el uso de estas herramientas y potenciando, por tanto, una formación de alto valor en el mundo actual y futuro. Por tanto, la limitación por parte de los padres, aunque en una búsqueda por mejorar la calidad de vida de los pequeños, puede suponer un retraso en el aprendizaje de ese conocimiento fundamental para que los pequeños se desenvuelvan en su vida adulta. Así, se recomienda encaminar el control hacia la búsqueda de aplicaciones y herramientas de utilidad educativa en lugar de centrar la atención en la limitación de las horas de uso.
Javier Gázquez en tan solo 5 años ha conseguido colaboraciones con empresas globales como Textbroker, grupos de Dropshipping de prestigio como Dropalia.es e incluso emprender su propia agencia donde se especializa en adaptar negocios convencionales a la red mediante estrategias de negocio en hellomarketing.es.