Citrus Ricus

Mi nombre es Guillermo Bas, soy agricultor y vendo mis naranjas, cítricos y derivados en mi web citrusricus.com. Soy usuario de VikingGuard desde hace casi 1 año y debo reconocer que siempre me ha parecido una gran herramienta: me analizaba mi rendimiento y he participado en los cursos que organizan, que son muy buenos.

 

Citrus Ricus

 © magdal3na – Fotolia.com

Mi conocimiento de herramientas informáticas es medio. Lo normal cuando tienes una tienda online. Tienes que aprender aunque sabes que tienes múltiples lagunas. Además, al ser una empresa pequeña, no tienes recursos ni tiempo para dedicar la gran cantidad de horas necesarias para optimizar la tienda hasta donde te gustaría. Por esta razón, al ver VikingGuard me pareció una gran idea. Una monitorización global de cómo tengo la tienda. Sin complicaciones. Instalar y listo. ¡Lo que necesitaba! ¡Y en español!

Hasta ahora, mi uso de VikingGuard había sido limitado. Visitaba de vez en cuando el panel de control y veía que no había nada raro, significativamente raro, lo que ya de por si es de agradecer. Podía medir el rendimiento de la tienda y si comprobar de un vistazo que no había ningún problema serio. Muy útil.

Sin embargo, a partir de diciembre 2016 y especialmente en enero 2017 empecé a recibir mensajes de “Tu tienda está caída” que son los mensajes de monitorización que hace VikingGuard sobre tu tienda. Es una utilidad que hasta que no la descubres y hasta que no te pasa no te das cuenta del gran valor que tiene.

El momento álgido fue una semana en la que recibí muchos mensajes de “tu tienda está caída” y, claro, si mi tienda está caída es absolutamente imposible que venda nada de nada. Da igual lo que me esfuerce. Es imposible. Ya puedo tener un gran producto, posicionamiento, experiencia de usuario increíble y ser el tío más majo de toda España. Sin tienda no hay visitas y sin visitas no hay ventas. Todo lo demás es secundario.

La clave fue cuando recibí un mensaje en el que mi tienda había estado de baja durante 8 horas. ¡8 horas! ¿Pero como es eso posible? Como ya había tenido un primer cruce de correos con el proveedor de Hosting, del norte de España, y habían, básicamente, pasado de mi (de hecho, me dijeron que si quería un mejor servicio de forma continuada, que me gastase más y cogiese un servidor dedicado… no digo más), estaba bastante enfadado. Les envié copia del mensaje de VikingGuard en el que aparecía esa tienda caída y les pregunté cómo podía ser eso, que si era verdad.

Al principio me dijeron que no, que el servidor había estado funcionando y que tantas horas era imposible que no funcionase y ellos tenían comprobado que el servidor había  funcionado esas horas. Quizá un pequeño corte pero en general había funcionado.

Como yo no soy experto, pero si curioso y si algo no me cuadra, pregunto, les pregunté a los de VikingGuard y, aparte de preocuparse desde el minuto 1 para ver si estaba todo correcto, me explicaron el funcionamiento en detalle.

Resulta que VikingGuard tiene un sistema por el cual comprueban de forma regular que tu tienda funciona, por duplicado y de forma independiente una de otra. Además, no es que funcione y ya está sino que funciona desde un punto de vista de usuario. Es decir, que el tiempo de carga sea el adecuado para lo que espera un usuario normal (vamos, que o se carga rápido o me voy, nada de intervalos largos).

Con los datos que me proporcionaron desde VikingGuard, volví a la carga y puse en contacto al hosting, a VikingGuard y yo en medio, preguntando y con cada vez más curiosidad. Debo decir que la actitud del hosting pasó a ser más positiva y más orientada al cliente (aunque nunca es suficiente que a los que somos pequeños nunca nos cuidan mucho pero hay que recordar que para llegar a ser grande, primero hay que ser pequeño). Con VikingGuard aluciné: ¡¡Creadores españoles que te contestan enseguida y se preocupan!! ¿Qué más se puede pedir?

A lo largo de casi dos semanas se comprobaron muchos datos y, por ambas partes, se desarrolló una gran atención hacia el problema de una tienda pequeña que estaba incordiando. Pero claro, uno de los estaba equivocado: o el hosting no medía de forma suficientemente adecuada el nivel de servicio o el mensaje de VikingGuard era profundamente erróneo y sólo llevaba al pánico injustificadamente.

Al final, viendo la cantidad de errores que se estaban produciendo y que parecía que la herramienta de VikingGuard medía bastante bien la calidad de servicio y el tiempo en el que la tienda está activa, se me ofreció pasar a otro servidor, lo que en principio parece una solución razonable (si el nuevo servidor no falla, claro). Dejo claro que en ningún momento el hosting ha reconocido que su servidor no funcione al nivel que creo que es el mínimo exigible ni nada parecido. Esto ha quedado, de puertas afuera, como en tablas: Yo lo hago bien pero bueno, te cambio de servidor. De hecho, ellos miden la respuesta con tiempos rápidos pero no miden las mismas cosas que VikingGuard, que creo que está mucho más orientado al cliente. Mucho, mucho más. Se ponen en tu piel en el desarrollo de todo lo que han hecho.

Desde entonces, he recibido varios mensajes de que la tienda está caída. En estos últimos días un par pero espero que estén más atentos. Sólo han sido unos minutos pero si se repite, se lo vuelvo a enviar y me cambio de hosting, que lo que no se puede tener es la tienda inaccesible.

Podemos discutir otras cosas pero o se carga rápido todo el tiempo o no vale para nada lo que yo haga.

En resumen, lo único que quiero contar aquí es que recomiendo vivamente a todo propietario de una tienda online o de un blog o de cualquier medio digital que instalen VikingGuard inmediatamente. Si tienes una tienda te va a dar la seguridad de que está todo correcto. De un vistazo. Luego mejorarás pero por lo menos, empiezas viendo que la base está o no bien.

Para todos los proveedores de hosting, les recomendaría prestar atención a esta herramienta. Está muy orientada al consumidor y al cliente. Sus parámetros se basan en uso real, desde el punto de vista de comerciante online y de comprador online. Según se vaya expandiendo no tengo duda de que los propietarios de tiendas o medios online vamos a discriminar rápidamente a qué proveedores ofrecen un buen servicio y cuáles no, independientemente de su reputación.

Ya hay una herramienta objetiva, independiente para medir rendimiento para una empresa como la mía, de las que hay miles en España y si alguien no rinde bien, es muy posible que se quede fuera del mercado en un plazo breve de tiempo.

Sin tienda accesible no hay ventas y eso es algo que nadie se puede permitir. Yo lo mido y confío en VikingGuard. Me han demostrado su utilidad.

 

 

Guillermo BasGuillermo Bas es agricultor valenciano y fundador de Citruricus donde vende directamente sus naranjas y mandarinas.

 

 

 

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